Aunque el hacha derrumbe todo el monte
y quemen la guarida de los pájaros,
y le armen trampas a los tigres viejos,
yo plantaré mi árbol.
Aunque sigan creciendo las represas,
y hasta lo vuelvan maloliente al lago,
y lo envenenen al halcón y al sapo,
yo plantaré mi árbol.
Aunque eliminen todos los baldíos,
y a cada yuyo logren arrancarlo,
y suba el humo y se me tape el cielo,
yo plantaré mi árbol.
Aunque anden encerrando los jilgueros,
y pongan precio al ensueño alado,
y le roben pichones a los loros,
yo plantaré mi árbol.
Aunque se olviden el camino al campo,
y ya no se sorprendan con la luna,
ni con el cielo limpio y estrellado
yo plantaré mi árbol.
Aunque me maten ese niño alegre,
que llevaba en el alma desbocado,
con tanta envidia, falsedad y mentira,
yo plantaré mi árbol.
Aunque me quieran atajar a veces,
y me arrodille solo y agotado,
y a veces pierda el rumbo a lo sagrado,
yo plantaré mi árbol.
Aunque no entiendan nunca la poesía,
y al canto criollo crean anticuado,
y no comprendan la tristeza india,
yo plantaré mi árbol.
Aunque me sienta solo, abandonado,
yo seguiré plantando cada árbol,
y floreciendo en versos y canciones,
para que mi hijo crezca convencido,
que hay un futuro alegre, iluminado,
un futuro verde y positivo,
con miles de árboles creciendo en el camino.
yo plantaré mi árbol.
Aunque sigan creciendo las represas,
y hasta lo vuelvan maloliente al lago,
y lo envenenen al halcón y al sapo,
yo plantaré mi árbol.
Aunque eliminen todos los baldíos,
y a cada yuyo logren arrancarlo,
y suba el humo y se me tape el cielo,
yo plantaré mi árbol.
Aunque anden encerrando los jilgueros,
y pongan precio al ensueño alado,
y le roben pichones a los loros,
yo plantaré mi árbol.
Aunque se olviden el camino al campo,
y ya no se sorprendan con la luna,
ni con el cielo limpio y estrellado
yo plantaré mi árbol.
Aunque me maten ese niño alegre,
que llevaba en el alma desbocado,
con tanta envidia, falsedad y mentira,
yo plantaré mi árbol.
Aunque me quieran atajar a veces,
y me arrodille solo y agotado,
y a veces pierda el rumbo a lo sagrado,
yo plantaré mi árbol.
Aunque no entiendan nunca la poesía,
y al canto criollo crean anticuado,
y no comprendan la tristeza india,
yo plantaré mi árbol.
Aunque me sienta solo, abandonado,
yo seguiré plantando cada árbol,
y floreciendo en versos y canciones,
para que mi hijo crezca convencido,
que hay un futuro alegre, iluminado,
un futuro verde y positivo,
con miles de árboles creciendo en el camino.
(2003)
Una poesía de un grande,que a pesar de su corta vida biológica,pero su trabajo fué más que longeva,que es comunicar y luchar por la vida
ResponderEliminarBellisima!!!!
ResponderEliminarHermoso poema, lenguaje natural y fluido como su significado! Ojalá lo lleváramos a la práctica como una oración!
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