11.9.10

¿Salimos de la era antropocéntrica...?

   Dicen de la Edad Media que fue una época teocéntrica: el poder estaba en el Dios único  (aunque con muchos representantes en la Tierra) y todo: el conocimiento, las prácticas sociales, los vínculos, el arte, la conducta privada, la vida y muchas cosas más estaban 'vinculadas' ( o sea: re-ligadas, de ahí 'religión') a ese divino punto central mediante la fe.
   Hacia el siglo XV y a partir del llamado 'Renacimiento' empieza a verse que las cosas cambiaron. En efecto, la cultura se vuelve antropocéntrica: el ser humano pasa a ser la medida de todas las cosas. Si bien no se pierde la fe religiosa, entra a mirarse todo desde la óptica humana y es así que cobran importancia el razonamiento, los descubrimientos, las sensaciones, los sentimientos, el estudio, la política. Y también... la acumulación de riquezas, de obras de arte, el individualismo. Como si todo el universo hubiera sido hecho para nosotros.
    En estos últimos tiempos aprendimos que el rasgo humano que nos caracteriza y del cual estamos todos muy orgullosos y muy contentos, es nada más que eso, lo que nos hace humanos, solo que ahora nos corrimos del centro: aprendimos que somos uno más entre los otros seres, planetas, elementos, historias, de este universo complejo y diverso, en el que todos juntos y todo lo que existe andamos de la mano por los caminos, y la suerte que corremos la correremos juntos. Somos parte de un ¿infinito? ecosistema.
    Sin embargo... ¿lo sabemos realmente?
    Cuando el agujero de ozono, la gran preocupación fue cómo broncearnos evitando arrugas o peor, cáncer de piel, los laboratorios aprovecharon para vender sus cremas: hubo pocas o casi ninguna voz que se preocupara por la desertificación de las llanuras, la desaparición de especies vegetales, los efectos sobre pájaros y otros animales. Con el mismo criterio, un bebé humano consume toneladas de capullos de algodón que terminamos pateando en la playa, el placer de andar en auto cuesta la cada vez mayor desaparición de oxígeno en la atmósfera terrestre a una velocidad exponencial, casi todo lo que usamos es descartable (o sea, un gasto irrecuperable), seguimos destruyendo irresponsablemente forestas, bosques...
    Y esto se multiplica en relación directa con el poder adquisitivo de individuos y sociedades: algunos se comen al mundo en exceso mientras la mayoría de la población humana vive ya en condiciones futuras: hacinamiento, aguas envenenadas, alimentos degradados, gases asfixiantes. Todo esto porque todavía nos pensamos los 'reyes' de la creación, que todo ha sido hecho para nosotros, los seres humanos (lo que en la práctica significa 'unos pocos': los que pertenecen a las clases privilegiadas).
    ¡Ojo! que si no cuidamos esto que tenemos, como dice un amigo: 
¡la venganza será terrible!

PD: el tema es conocido a nivel especialista, pero no ha sido asumido por población y quienes tienen poder de gestión. Ver artículo de investigación sobre bosques cliqueando el título.

1 comentario:

  1. el problema sin embargo es bien conocido y tratado a ciertos niveles, pero no suficientemente difundito entre público y personas a cargo de gestión. Ver artículo de la Univ. de la Patagonia SJB "Árboles patagónicos en peligro por el cambio climático", cliqueando el título de arriba "¿Salimos...?

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