¿CONQUISTADORES O DEPREDADORES?

La conquista de América en el siglo XVI significó como sabemos el exterminio de poblaciones y la depredación del medio (cf. Cerro de Potosí, ya entonces la minería voraz, irresponsable, y se comenzó con el rozado de los bosques para la agricultura y la ganadería).

Más tarde (siglo XIX), en aras de la 'civilización', se sostiene el concepto de naturaleza creada para servir al hombre (blanco), la naturaleza como sierva, el derroche. Una nación civilizada se retrataba como país sin naturaleza... La tierra convertida en ladrillo (leyenda toba). El tema está desarrollado por el historiador tucumano Eduardo Rosenzvaig en su libro Etnias y árboles, donde demuestra que la idea de ecocidio o destrucción del ambiente se anticipó a la idea de etnocidio: en efecto, la consigna 'bárbara' del hombre 'civilizado' era: destruir el bosque para destruir las poblaciones nativas  (ver artículo en este blog cliqueando aquí).
Los siglos XX y XXI asisten a una nueva conquista: empresas españolas buscan maximizar sus beneficios en América Latina a costa del bienestar de las poblaciones y del medio ambiente, a la vez que proyectan en España una imagen responsable, de respeto escrupuloso a los derechos laborales, sociales y medioambientales, cuando en el exterior están envueltas en prácticas que cabría calificar de depredadoras. Greenpeace en el informe Los nuevos conquistadores nos da una visión de conjunto de las multinacionales españolas que operan hoy en América Latina -incluida Argentina-, su presencia en esta región y el apoyo que se les brinda desde los diferentes gobiernos españoles, frecuentemente justificados por el “interés nacional”. Sin embargo, se trata de empresas privadas que buscan maximizar los beneficios para sus accionistas, en muchos casos causando daños inaceptables a poblaciones locales que tienen poca capacidad de negociación. (Ver artículos relacionados en "El Blog Alternativo", cliqueando título).